Persecuciones a destajo con un Bruce haciendo de poli en no muy buenas condiciones físicas, lo hace bastante bien por cierto. Ese sr, Willis nunca se rinde.
A destacar tanto negativamente como positivamente... la escena del autobús, curiosa sí, original también pero... un poco forzado todo.
Bien pronto por la mañana a un detective de la policía de Nueva York interpretado por Bruce se le manda una misión rutinaria y sencilla. Un delincuente está citado para testificar ante un gran jurado a las 10 en punto. El poli tendrá que llevarlo desde la celda al juzgado, a 16 calles de distancia.
Parece que no será tan fácil ya que el testigo va a testificar contra varios policías de Nueva York que por todos los medios intentarán que no llegue a las 10 para que su declaración no tenga efecto alguno.
Resumiendo, una peli entretenida en el que te puede llamar la atención de ver a Bruce Willis demacrado antes de empezar y no precisamente por disparos, por darse hostias, por romper cristales o esas cosas a las que nos tiene acostumbrados
Surya
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