lunes, 29 de noviembre de 2010

Gratal (1543 m.) 14/11/10

El día 14 de noviembre de 2010, un grupo de Os Jamacucos: el Asso, Maikel, Arancha, Jara y Checho, decidieron realizar una excursión algo cortita, para poder llegar a casa a una hora temprana, así que decidieron ascender, uno de los picos preferidos y  más ascendidos por el ilustre jamacuco Edu, que en esta ocasión no podía acompañarnos. Ese pico, no es otro que Gratal (1543 m), uno de los montes que más llaman la atención vistos desde Huesca. Lo que en un principio era una excursión fácil, para este grupo jamacuquense, se iba a tornar  por una serie de hechos ajenos a la organización, en una excursión un “poquito” más larga de lo normal.

La ascensión decidimos hacerla por la cara norte, para la cual se debe llegar primero a la presa de Arguis, por la autovía Mudéjar (A-23)  desde Huesca, en dirección al Pirineo. Una vez hayamos cogido el desvío hacia Arguis, se aparcará el coche en la presa, o bien si no hubiera sitio, existe un parking en la Hospedería de Arguis. Nosotros como buenos madrugadores, pudimos dejarlo a la altura de la presa, donde había un nutrido grupo de pescadores en busca de alguna que otra trucha. Mientras nos equipábamos con nuestras botas, un pescador decidió, que era más fácil pescar a algún montañero que a un pez y nos echo la caña, sin causar ningún herida de gravedad sobre nosotros, por fortuna, lo que en principio iba a ser una anécdota, seria el desencadenante de una serie de catastróficas desdichas. Tras disculparse el pescador y prometernos una trucha a nuestro regreso, los 5 jamacucos emprendimos nuestra excursión, la cual comenzó por la ruta circular al pantano de arguis donde caminamos con el pantano a nuestra derecha , en breve descubrimos una senda a la izquierda, que conducía al pico de la calma, la cual no debe cogerse,  continuamos recto por la pista hasta que llegamos, a una bifurcación a la media hora de marcha más menos, donde nos dirigimos a la izquierda, hasta que llegamos al barranco Forcegabrada, donde leímos un cartel que indicaba la ascensión al pico de Gratal, cogimos el camino de la izquierda, donde recorrimos el camino del gaseoducto, hasta llegar al cortafuegos, aquí tenemos dos formas de ascender, bien por el cortafuegos, zona de pendiente pronunciada, pero que permite ganar tiempo a la ascensión a montañeros con prisa para ver la final de formula 1, donde Fernando Alonso se jugaba el mundial, o bien por un camino a la derecha, atravesando un bosque y que hace las ascensión mucho más cómoda. Tras una deliberación rápida, decidimos ascender el cortafuegos; lo que no supone un tarea dificultosa a no ser que se vaya de resaca, como le ocurrió a la jamacuca Arancha, tras subir el cortafuegos y unos primeros sudores llegamos, a un prado por el cual  perdimos un poquito de altura, y descendimos por caminos forestales, siguiendo unos mojones que nos llevaron hasta la fuente Las Fuentes, en tal descenso debido a la humedad del terreno y a conversaciones tan interesantes, como la homosexualidad que va ligada a determinados nombres propios, el jamacuco Checho cayó a suelo arrastrando al Maikel en un intento de evitar  su caída. Tras verificar que todos los huesos estaban en su sitio, se comenzó a divisar la punta de Gratal. 
La cual ascendimos no sin algún pequeño traspiés, por su cara norte por una espesa y resbalosa vegetación, hasta hollar la cima, donde nos depararon unas hermosas vistas de la hoya de Huesca, los carrascales de Bolea, el cercano pico del Águila, la hermosa Guara y nuestros queridos Pirineos, Tras un contundente almuerzo, donde no podían faltar las sardinas en lata, típicas de todo almuerzo jamacuco, y escribir una dedicatoria al jamacuco Edu en el libro de visitas, decidimos comenzar el descenso. Eran en torno las 11:30, la ascensión nos había costado unas dos horas, así que todo parecía presagiar que a las 14:00, estaríamos en nuestras casa para animar a Alonsito, pero de repente un recuerdo de la infancia apareció en la mente de la jamacuca Jara, que le hizo recordar una ruta alternativa para el descenso, así que, decidimos ir a por esa nueva ruta alternativa y poder ver más cosas de las que hasta ahora habíamos disfrutado. Comenzamos bajando el pico, deshaciendo el camino andado y topándonos con un grupo muy nutrido de futuros montañeros y sus padres, todo normal hasta llegar a los prados mencionados en el ascenso; aquí, en lugar de tomar la ruta de descenso por el cortafuegos los recuerdos de infancia de Jara nos llevaron por unas pistas forestales hacia la derecha, en principio todo parecía normal, seguimos unos caminos muy bien marcados por mojones que no hacían presagiar que estábamos tomando una ruta un pelín equivocada. Tras llegar a un momento que los caminos desaparecieron, nos comenzamos a adentrar por bosque de carrascas y asientos de monja guiados por el jamacuco Maikel, hasta llegar a unos vértices geodésicos, muy bonitos por cierto, de los cuales desconocíamos su nombre o si lo tenían, en este punto se comenzaban a oír voces de discordancia dentro del grupo jamacuco, que nos decían de darnos la vuelta, pero los recuerdos de infancia de Jara eran tan poderosos, que nos convencieron de que la ruta alternativa era la buena, así que seguimos en nuestro empeño, de seguir rectos para encontrar alguna senda, cosa que pasaba de vez en cuando, ya que como oasis en el desierto se presentaban ante nosotros sendas que tras seguirlas no nos llevaban a ningún sitio. Como alternativa nos quedaba llegar hasta el pico la calma, bosque a través, ya que a lo lejos Maikel divisaba una pista, la cual sin duda nos devolvería a nuestro ansiado coche. Pero tras un largo rato andando y dejándonos nuestras espinillas con los asientos de monja, las voces discordantes reaparecieron esta vez con más fuerza, apoyadas por unos nubarrones, que se acercaban amenazantes desde el pirineo y consiguieron que el grupo jamacuco retrocediera, no sin dificultades, atravesando de nuevo los bosques de carrascas hasta llegar al deseado cortafuegos. Una vez allí deshicimos la ruta del principio de la mañana y conseguimos llegar a nuestro ansiado coche, cuando se acercaban las 5 de la tarde. No sin antes, avisar a nuestras familias que estábamos sanos y salvos y enterarnos de que Alonso había perdido el mundial de formula 1.

Momentos antes del temido cortafuegos.


Guarradas en la cima. (podría ser título de cine X)