martes, 12 de enero de 2016

Everest (2015)

Si señor, me ha gustado. Que gustico da decir esto sobre una peli.

Basada en hechos reales del trágico acontecimiento que se dio en 1996 en el pico más alto del planeta, donde fallecieron 8 personas. 

No sabía que Jon Krakauer,  autor del best-seller Hacia rutas salvajes, era uno de los miembros originales de esta expedición y que tenía el propósito de contarlo para una revista o incluso arriesgar su vida para coronar al gigante. No iba solo, más domingueros iban con él, junto con los  profesionales de una empresa de montaña. He leído que cada uno salía a.. 65.000 dólares por cabeza (como hacer Gratal más o menos).


Ya os podéis imaginar como transcurre la peli, repito basada en hechos reales, con la interesantes perspectiva de los propios montañeros (consigo mismo), las relaciones con los otros, otras expediciones, pa' flipar el ambientico que se da allí arriba y por su puesto el consiguiente sufrimiento de las familias.Creo que todo esto está tratado muy bien y hace que te atrape con sus pensamientos, reflexiones y relaciones.
Otro aspecto grande... paisajes, no diré más sobre ello, verla.
Lo negativo, no de la peli en sí, si no de una realidad que existes es, la pena que da la montaña a estos niveles, repleta de aficionados que pretenden grandes gestas  heroicas mientras los profesionales los llevan de la manica, como quien saca a pasear a un perrete y lo lleva a a hacer sus necesidades, coge el coche lo lleva a un descampado para que corra, todo preparadico sin bolsa eh (igual que la realidad, que lo dejan todo por la montaña)... hombre no me jodas, creo que me he liado pero se ha entendido la base de mi crítica.
Vale todo con tal de la foto. Yo Coroné, ya lo puedo lo decir, alardear y enseñar las fotos.... hala tira. 
PD: Creo que molaría ahora leer "Mal de altura".
Surya

1 comentario:

  1. a mi tambien me ha gustao, pero como dices da qensar de lo guarros que son algunos q se proclaman alpinistas y amantes de la naturaleza.. q asco de gente.

    ResponderEliminar