miércoles, 19 de abril de 2017

Ayera - ermita de San Esteban - Piedra de los Moros 16/3/17

Hace más de 15 años cuando no había o no se usaban en masa este tipo de medios, o incluso no sabíamos de su existencia en la aislado reducto oscense, el mundo jamacuco, sin saber que se iba a llamar mundo jamacuco ya tuvo el placer de hacer esta ruta. Ahora pensaréis pues vale, pues muy bien, lo que tú digas, pero yo os diré una cosa.... hay fotos. No jodas! Pues sí!
Aquí las tenéis:






Ahora bien, explicamos la ruta realizada hace más o menos u mes, por si alguien se anima a hacerla.

Nos desplazamos al pueblo de Ayera. Justo antes de llegar al pueblo, a la derecha ya se ve este cartel. Ahí se inicia la excursión/paseo.

Por pista  a los diez minutos llegamos a la ermita de  San Esteban. Visitable pero en ruinas Una pequeña visita sí la merece. Está en lo alto de un promontorio  y como curiosidad tiene una necrópolis medieval con las tumbas escavadas en la propia roca.










Bajamos de la ermita, por le lado contrario a las escaleras y enseguida, hacia el Norte se ven  los carteles verde claro, hacia nuestro objetivo. Un ratico de andada, sin perdida alguna, sobre pista. No hay que despistarse en los cruces con pistas secundarias, siempre la pista principal.

Aparecereció a nuestra izquierda un cartel que nos obligó a desviarnos. Ahora por senda, poco rato, entre encinas para salir a un
campo, que debimos de cruzar, por donde buena mente pudimos ( la vuelta lo hicimos más por la margen). Una vez cruzado el campo bosque más espeso y en pocos minutos ya se puede disfrutar de la Piedra de los Moros.







"La Piedra de los Moros designada como la "Catedral" de los "templos" de fecundidad. Es un complejo en estrecha dependencia con los ciclos lunares y solsticiares. Morfológicamente se trata de una mole pétrea que emerge en la tierra llana entre las localidades de Ayera y Castilsabás, rodeada de bosque encinar. La roca está manipulada de forma inusual donde nos encontramos ante un gran falo perfectamente esculpido de una altura aproximada de cuatro metros. A poniente se encuentra un espolón pétreo vaciado en su interior, con una gran cavidad rematada en la cabecera por otra más pequeña.
En su cara norte, cerca del falo, existe una pequeña oquedad que permite la estancia de una persona en cuclillas."

En poco más de una hora fuimos y volvimos. Ruta sin desnivel apreciable. Muy recomendada hacer con niños.

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