jueves, 27 de agosto de 2009

Ascensión al Cotiella... 2º intento -reventadicos-

Tres días después de nuestro frustrado 1er intento de ascensión al pico de Cotiella, hemos culminado la subida a este magnifico pico.
Comenzamos el miércoles 26 dirección al refugio de Armeña (1860 m). Tomamos un camino distinto al del pasado y frustrante lunes. Con el coche subimos una pista que sale desde Barbaruens y aparcamos a unos 25 min. del pueblo. Continuamos a pie, evidentemente, una etapa en constante ascensión a través de zona boscosa con unas impresionantes vistas y por supuesto con varios momentos de desorientación. A la derecha grandes cortadas nos mostraban la progresión en desnivel que íbamos logrando.
El tiempo nos respetaba en todo momento y los claros de sol y nubes hacían de la jornada una tarde muy agradable. Una vez superado el bosque cerrado, salimos a unas verdes praderas que escondían detrás el “guarro” ibón (según las hippies con pezones como timbres de castillo), seguido de una tortuosa bajada estupenda para nuestros doloridos cuadriceps. Ya de lejos divisábamos el refugio al cual llegamos sobre 17:30.
Al entrar en el refugio y ver a las personas que allí estaban Gabas dijo:
- Me pones tres mojitos.
- Tu eres tonto o que chaval –respondió el amable camarero de La Habana que allí se encontraba junto con otro hombre y una parejilla.
La tarde transcurrió muy tranquilamente merendando, hablando, jugando a cartas, cagando y planificando la tan ansiada hazaña de los 3packets. Hasta aquí no hubo grandes problemas excepto la parte final del bosque que está poco señalizada (aunque sin pérdida por que hay que ir siempre hacia arriba) y los soplidos nocturnos de algún compañero de refugio.
A la mañana siguiente a eso de las 6:45 nos levantamos para comenzar la 2ª jornada.
Sobre las 7:40 comenzamos a seguir una senda hacia la izquierda en la parte trasera del refugio, marcada con mojones, a travesamos la primera de las cancheras dirección al pico. Prácticamente todo el camino hasta alcanzar el collado de Cotiella, nos movimos por claros herbosos, canchales, montículos y hoyos, muy bien indicado por numerosos mojones. En los últimos metros antes de alcanzar este collado nos encontramos con una pared más vertical en la que tuvimos que poner en funcionamiento nuestras habilidades trepadoras. Este esfuerzo se vió recompensado con unas vistas brutales hacia ambos lados del collado y una manada de majestuosos corzos que por supuesto Gabas no vió.
Llegados a este punto cometimos uno de las más terribles errores en los que puede caer todo montañero un poquito paquete. ¡Una senda, vamos a seguirla!
Craso error, esta senda nos conducía por el camino más largo hasta el pico rodeándolo y la ferviente emoción no nos dejó ver otro caminacho que salía un poco más a la derecha, que subía mucho más directo. Pero nunca es tarde para rectificar, así que, a mitad trayecto tras debatir intensamente sobre la mejor opción, y mapa en mano, decidimos enlazar un sendero con otro, siempre sobre terreno muy vertical con grandes torrocos que relantizaron nuestro paso. Una vez llegamos al sendero que pensábamos tendríamos que haber tomado nos encontramos con una pared más vertical que las anteriores más cerca de los grandes cortados del collado y con nuestro ánimo y fuerzas mermadas. Aún así, gracias a nuestras ya conocida y depurada técnica “a 4 patas” conseguimos hacer cima a 2912 m. Ueeeeeeeeeee.
Almuerzo, foto y pa´ bajo. Esta vez por el sendero largo aunque más facil.
Descendiendo el collado a unos 45 min. de la cima divisamos una figura humana que se acercaba a nosotros ráudo y veloz (más tarde apodado como el hijo puta agüelo cabrón de Torcuato). No sólo por minar nuestra moral, como aficionados a la montaña, al enterarnos que subía a pie desde Seira y pensaba bajar del tiron y llevaba andando 5 h., si no por lo que más adelante ocurriría...
Nosotros continuamos nuestro camino y después de un buen rato descendiendo llegamos reventadicos al refugio. Al llegar a éste nos encontramos con el camarero de La Habana y su compañero. a lo que Gabas sin mediar palabra ninguna soltó:
- Hola mi amol, hace caló aquí en La Habana
- A que te parto los dientes niñato –respondió indignado el camarero.
Recogimos nuestros sacos, esterillas y demás y después de comer unos cacahuetes nos dispusimos a bajar la última parte de nuestra excursión.
Descendimos como pudimos con dolores varios sobre todo en la zona de los cuádriceps y de repente ocurrión algo increíble...
El hijo puta de Torcuato nos adelantó como una puta centella. Es en este punto donde queremos hacer mención especial a este personaje tan entrañable para nosotros a partir de ahora, él es Torcuato. Un señor, por llamarlo de alguna manera, de aprox. 50 años, con pantalones de obrero, cuerda de empacar como cinturón, zapatillas deportivas echas polvo con agujeros por donde asomaban sus dedos, espirriau, con barba de siete días, gafotas de flipau (culovaso), el cual al pasarnos como una puta centella y pararse a hablar, nos explicó que el muy flipau llevaba desde las seis y pico de la mañana andando, haciendo un trayecto Seira-Barbaruens (carretera 8,9 km.) este tramo corriendo, Barbaruens-refugio de Armeña (por el barranco, opción más larga y dura), refugio-Cotiella (en las horas de más sol) y media vuelta. Tenía que estar a las siete menos cuarto en Seira para coger el autobús y encima el muy cabronazo decía que sólo se había comido una barrita energética, cuando nosotros nos habiamos puestos moraus a base de sardinas con pan, cacahuetes y algún Twix. El tío al vernos bajar tan despacito aún tiene la indecencia de decirnos:
- Al monte hay que ir como vosotros, sin prisa- dijo Torcuato.
Será cabrón, si nosotros no bajamos más aprisa porque no podemos.
Dicho esto y casi tan rápido como dijo adiós desapareció ladera abajo saltando y corriemdo cual cabra montañesa.
Miradas de complicidad, caretos de abardaus, boca abierta y culo cerrau, mecagón dios, flipando con el puto Torcuato, pero todo no acaba alli, si no que una vez llegados al coche, descender el tramo de pista hasta Barbaruens y coger la carretera dirección Seira, alcanzamos a nuestro amigo Torcuato, que como nos había causado tal impresión, decidimos parar para ver si quería que lo lleváramos hasta Seira, y el muy mamón se que da pensativo y nos dice:
- Mmmm... igual no, que creo que me da tiempo de llegar a Seira...- y tras unos segundos de silencio dice – bueno sí que estoy un “poquito cansado”.
Así que se monta con nosotros en el coche y durante el trayecto ninguno de nosotros prácticamente dijo palabra, debido al cansancio acumulado, pero Torcuato no paró de hablar, incluso se le veía animoso, con energía. A falta de unos 2 o 3 Km. para llegar a Seira de nuevo nos sorprende diciendo:
- Ahhh! Párame por aquí, que como ya llego seguro al autobús me voy dando un paseo.
Paseo, paseo, tú lo que eres un hijo puta, pensamos los 3 packets. Pero realmente así fue como sucedió, lo dejamos en la carretera y prosiguió su camino a pie.
A pesar de estos malos pensamientos, queremos hacer un reconocimiento a este personaje, que además de tener una edad avanzada, un equipo precario y un aspecto anoréxico, era muy majete y un crack de la montaña.
Así acabó nuestra aventura "cotiellesca", algo cansados pero muy satisfechos por lo vivido.
Recomendamos encarecidamente esta excursión.
No queremos despedirnos sin antes mandar un saludo a Torcuato, las hippies, camarero y acompañante y señalar que las conversaciones descritas aquí entre el habanero y nuestro David son fruto de nuestra penosa imaginación y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Hasta la próxima.

3 comentarios:

  1. Hay k decir k está wapo el vídeo.
    La música... en principio tendría k sonar el Highway to Hell de ACDC, pero por rollos de derechos y esas cosas la Sony/BMG nos la han jodido, así k hemos puesto la primera k hemos pillado (un poco flojilla).

    Un saludo.

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  2. Muy bien asso, me ha quedado claro. Somos tan penosos que no tenemos amigos para que escriban aqui y nos tenemos que escribir nosotros mismos

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  3. mas k penosos hay una palabra k nos define bastante bien...

    PA KE TES

    jajaja

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