El lugar elegido, el Lago Mummelsee y alrededores.
Llegamos en
coche a través de la B500, la conocida carretera alta de la Selva Negra
(Schwarzwaldhochstrasse), una de las rutas turísticas más bellas del sur de
Alemania y la más antigua, muy conocida entre los alemanes porque ofrece vistas
impresionantes al Valle del Rin y a los Vosgos. El Lago Mummelsee está a unos
metros de su trazado. La primera impresión ha sido un tanto ¡”mierdel”! ya que
el Lago Mummelsee es un epicentro del turismo estival alemán. La parte que toca
con la carretera parece un chiringuito playero repleto de tiendas con
souvenirs, barcas para paseos y patines de agua. Mucho ruido, muchos coches y
rutas moteras.
Pero, no hay
que quedarse con las primeras impresiones y menos cuando Mummelsee es un lugar
desde donde parten una serie de rutas de senderismo muy interesantes. Tras estudiar
detenidamente un mapa situado a la entrada del Lago, decidimos recorrer en
primer lugar, el propio sendero que bordea al Lago y después improvisar por las
distintas rutas hasta otro de los lagos, que no recuerdo su nombre… como tantos
otros pueblos Alemanes en los que hemos estado. Mi mente es incapaz de recordar
los nombres Alemanes.
El recorrido
no nos lleva más de media hora. (con un ZAGAL a la espalda cuesta un poquito
más) Vamos despacio observando los diferentes perfiles del Lago. Todo el
sendero se realiza entre los famosos abetos oscuros que dan nombre a la Selva
Negra. Estamos en verano y hace calor de cojones. La frondosidad de los árboles
se agradece. Según cuentan las leyendas alemanas, el lago está habitado por un
rey y por las Nixes (espíritus de agua) que se aparecen a los humanos en formas
de seres bellos capaces de enamorar a todo el que se cruce por su camino. Las Nixes,
no se nos han aparecido, creo que porque iba con mi señora!!!
Mummelsee se
localiza a una altitud de 1029 metros justo a los pies de la montaña más alta
de la Selva Negra, el monte Hornisgrinde, siendo uno de los pocos lagos de
origen glaciar que se conservan de la Edad del Hielo. Su forma es prácticamente
circular, con una longitud de 240 metros, una anchura de 193 y unos 17 metros
de profundidad. Sus aguas se ven muy oscuras y rojizas lo que le confiere todo
tipo de leyendas. El primer paseo ya nos aleja de la parte masificada. El baño
no está permitido en el Lago pero si los
paseos en barca y en patines, una de las actividades más apreciadas por los
visitantes alemanes.
Tras rodear
el lago no adentramos por los diferentes senderos que están indicados a la
entrada del lago.
Realizamos
un paseo por las rutas señalizadas hasta el otro de los Lagos (como he dicho
anteriormente no recuerdo el nombre) rodeados de los altos árboles y espectaculares vistas. Y a mitad de camino
nos apartamos en un recoveco pa almorzarnos un PAN y unos embutidos y Queso que
compramos en las tiendas del lago Mummelsee
En la zona
se puedes realizar otras muchas andadas,como la Senda a la cima del
Hornisgrinde (que No realizamos pues nuestro cachorro se puso verraco y estaba
cansado como para continuar)
Asi que
decidimos poner punto final a nuestra visita al lago Mummelsee para poder
realizar otras rutas por otras zonas de la selva Negra al día siguiente pero
eso será una nueva historia. La ruta por los alrededores del lago Mummelsee nos
ha dejado una de las mejores sensaciones de nuestro viaje por la Selva Negra.
Apuntadica queda esta zona
ResponderEliminar