Ayer la vi con mis hijos.
La verdad es que está bastante bien como el ratoncillo con in quietudes culinarias consigue ser un gran chef a través de pegar estirones de pelo a un pardillo de tres al cuarto.
La historia gusta a niños, aunque creo que sin entenderla del todo, y por supuesto también creo que gustará a adultos.
Está muy bien hecha y me ha parecido genial que adultos y ratos no hablen entre si. Las ratas entre ellas hablan pero cuando interactúan con las personas son ruiditos y gestos, me ha gustado eso ya vale de animales conversando sobre metafísica con humanos.
Entretenida, fluida, entrañable y muy resultona.
Surya