Ascensión al Cotiella... 1er intento

Todo estaba listo, al principio de la tarde, cuando ya teníamos preparado el material y el itinerario fijado ha salido la primera de las dudas: acometíamos la ascensión o nos quedábamos en casa dando buena cuenta de las 24 latas de cerveza que habíamos comprado. Al final ha podido más el orgullo y los 3packets han decidido echarse al monte... Hemos salido a la hora prevista (tarde), con el tiempo justo para llegar con luz al refugio... La expedición ha partido desde Barbaruens, la primera parte de la ascensión han sido unas placas muy putas que han mellado nuestras fuerzas, pero el espíritu 3packets que todo lo puede ha seguido adelante, siempre adelante...

La marcha iba bien, conversaciones y francesas morbosas mientras deborábamos los metros hacia nuestro destino... Ha sido entonces cuando el camino se ha convertido en pista y cuesta abajo... Y nos hemos perdido... Nos ha costado un poco encontrar de nuevo el camino, y en ese momento un rumor lejano ha captado nuestra atención...

Entonces ha surgido la segunda y más importante de las dudas:

Gabás.- ¡Copón!, mira lo que viene por ahí...

Asso.-.. Kio! si eso no está ni negro, es así como gris

Edu.-... (...)

Otra vez ese rumor lejano (Grrrrrr)

Gabás.-... Llamadme gay si queréis, pero yo paso de que me pille la tormenta

Asso.-... Hostia kio! ¿no quieres aventuras?

Edu-... (...)

Asso.-... Nos queda una hora o así

Edu.-... (...)

Gabás.-... Yo me bajaría...

Asso.-... Lo que hagamos lo hacemos ya

Edu.-... (...)

Y entonces, gracias al líder del grupo (Pérez) que con su decisión y buen juicio siempre resuelve nuestras dudas, nos hemos dado la vuelta. La tormenta, la muy puta, nos seguía de cerca así que se ha vivido algún momento en el que los siempre templados y firmes 3packets han perdido los papeles, corriendo cara pa abajo como vaca sin cencerro... Solo hemos parado para ponernos los chubasqueros (el cabezón ha necesitado 2, eh, verídico) que poco nos han servido con la piedra que ha empezado a caer...

Al final hemos alcanzado el coche sanos y salvos y con la sensación de impotencia que se queda cuando la montaña no quiere, porque oye, cuando no quiere es que no se puede...